Breve referencia al artículo “Una
renta para todos”, de Abel Fernández. Tiempo, número 1645, 2014
El 7 de abril de 2014 se publicó
en el número 1645 de Tiempo un artículo titulado “Una renta para
todos”, que parte, en primer lugar, de una pregunta clave: ¿es
posible implementar en España una renta básica universal para todos
los ciudadanos?; en segundo lugar, de una premisa inicial de la renta
básica: todo ciudadano tiene derecho, por el mero hecho de serlo, a
un salario mensual permanente e incondicional; y, en tercer lugar, de
una condición necesaria para el planteamiento realista de la renta
universal: no supondría un beneficio adicional para todos los
ciudadanos sin ninguna contrapartida, sino que sustituiría parte de
los servicios públicos que actualmente se disfrutan, a menudo
gratuitamente, y también transferencias como pensiones o el
desempleo. Solamente esta condición necesaria para poder financiar
una renta de este tipo, su significado y afección al Estado de
Bienestar, merecen unas reflexiones puesto que es crucial determinar
el nivel de compatibilidad de dicha renta con el mantenimiento de las
actuales políticas sociales, de forma especial, con el sistema
educativo, sanitario y con el sistema de Seguridad Social y
Asistencia Social.
Aunque algo se comenta al
respecto, lo cierto es que en estas líneas se centra la atención en
conocer algunas de las ventajas que pudiera tener el reconocimiento
de una renta básica universal. Y es que, a pesar de que el autor
afirma, sin ambages, la gran dificultad de implementar una renta de
este tipo, ofrece hasta siete ventajas que tendría su implantación.
De entre estas ventajas, destacamos las siguientes: