La propuesta incluida en el programa electoral de IU-UP dice
responder al principio expresado en los siguientes términos:
“Ninguna persona sin trabajo, o formación remunerada, o ingreso
básico”. Esta renta básica tiene como objetivo inicial la
cobertura de, según los datos aportados por el propio documento, 2.1
millones de personas sin ingresos que en la actualidad no percibirían
prestación alguna, estimándose el coste en 12.6 millones de euros.
De esta forma, la Renta Básica sería un instrumento adicional de
protección social, que en principio no eliminaría ni sustituiría
ninguna de las prestaciones ahora vigentes. Con las limitaciones
típicas de un documento de esta naturaleza, la propuesta de IU-UP
responde a los siguientes rasgos fundamentales.
En primer lugar, la RB se diseña como un derecho subjetivo
perfecto, por cuanto su percepción por los ciudadanos no está
condicionada por la existencia de disponibilidad presupuestaria.
Titulares de dicho derecho son, de manera individualizada, las
personas mayores de 18 años o menores emancipadas. Frente a otras
propuestas, en las que la unidad familiar se constituye como elemento
subjetivo, en esta ocasión parece claro que el derecho
correspondería a las personas consideradas de manera individual.
Desde el punto de vista técnico, la propuesta elimina los problemas
que en otras se derivan de la identificación del sujeto que percibe
la prestación, y que asume con ello las obligaciones
correspondientes; asimismo, desde la perspectiva práctica, la
propuesta elude los problemas derivados de la administración y
distribución de los recursos entre los miembros de la unidad
familiar.
En segundo lugar, aunque la Renta Básica se configura como un
derecho individual, no posee ámbito universal. Como en la mayoría
de las propuestas conocidas, el acceso a la RB no se produce al
adquirir la mayoría de edad, sino cuando la unidad familiar de la
que formo parte se encuentra en situación de necesidad. De esta
forma, el ámbito subjetivo de la RB se constriñe a quienes
acrediten que no perciben rentas económicas superiores a una
determinada cuantía, situada en el 70% del SMI. El documento no
detalla, aunque sí hace referencia, cómo se determinará la
pertenencia a una unidad familiar, ni de qué forma afectará el
número de miembros de la unidad familiar a límite de rentas:
“Para su reconocimiento se toma como base la unidad de
convivencia, que puede ser de una o más personas. Tendrán derecho
los mayores de 18 años o menores emancipados y el nivel de rentas y
recursos se modulará según el número de personas que integren la
unidad de convivencia.”
En tercer lugar, la cuantía mínima de la RB será el 70% del
SMI, cuantía similar al límite de carencia de rentas. Nuevamente en
esta materia, aunque también se hace referencia, no se explicita la
forma en que podrá incrementarse la cuantía de la prestación en
atención a la existencia o no de cargas familiares: “La renta básica a percibir en dinero será, al menos,
equivalente, al 70% del Salario Mínimo Interprofesional y
evolucionaría con su aumento. El límite de ingresos para que sea
reconocido el derecho a esa renta será el mismo”.
En cuarto lugar, la Renta Básica se configura como una prestación
no contributiva de la Seguridad Social, y deberá ser financiada
íntegramente mediante aportaciones del Estado: “La financiación sería mediante la trasferencia del 100% del
gasto desde los PGE del Estado”.
Rafael Gómez Gordillo
Profesor Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Investigador del Proyecto de Investigación “Las prestaciones económicas de garantía de recursos de subsistencia” (DERE2013-48829-C2-1-R), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, Plan Nacional de Investigación I+D+I
Rafael Gómez Gordillo
Profesor Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Investigador del Proyecto de Investigación “Las prestaciones económicas de garantía de recursos de subsistencia” (DERE2013-48829-C2-1-R), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, Plan Nacional de Investigación I+D+I
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